Previo al COVID-19, América Latina y el Caribe mostraba bajo crecimiento, espacio limitado de política fiscal y conflictos sociales crecientes.
COVID-19 impacta a la región a través de efectos internos y externos: paralización de la actividad económica doméstica acompañada de una fuerte recesión en la economía mundial.
Sus efectos generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930. El PIB de América Latina y el Caribe caerá más de 5% en 2020.
El desplome del comercio internacional aumentará la magnitud de la recesión.
Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad.
Los países de la región han anunciado medidas importantes, las que deberán ser reforzadas y requerirán mayor financiamiento.
Es urgente acceder a recursos de financieros a bajos costos con base en un apoyo flexible de los organismos financieros multilaterales, alivios del servicio de la deuda y eventuales condonaciones.
Es urgente repensar el modelo de inserción de la región y las alternativas de reactivación a la luz de los cambios estructurales que ocurrirán en la globalización y el mundo post COVID-19.
Cuadro 6
| Proyecciones de crecimiento del PIB de América Latina y el Caribe, 2020
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Nota: Centroamérica incluye a Cuba, Haití y la República Dominicana